Desde el punto de vista macroeconómico, el corriente año está signado por un ordenamiento de las cuentas públicas y privadas, donde todos los actores mensuran el impacto que tendrán —en su sector— las medidas oficiales.
“Quienes nunca dependen del Estado poseen una ventaja adicional de solamente prestar atención al clima y su tarea productiva. El campo naturalmente no es un prebendario del sistema público sino, por el contrario, un colaborador involuntario vía las retenciones que se le aplican”, se indica desde el Rosgan.
“Por ello, superada la sequía extrema que se vivió durante los tres últimos años, y destructivamente en 2023, las lluvias llegaron y el campo nuevamente mostrará el potencial de su producción”, se agregó.
También se sostuvo que habrá cosechas récord de maíz y de soja, lo que volcará recursos suficientes para mover el interior del país, aportando divisas tan necesarias para equilibrar las cuentas públicas.
“La ganadería forma parte de este entramado de producciones que aspiran a ir por la revancha, dejada atrás la sequía que tanto daño hizo a la producción malvendiendo sus animales, produciendo una caída de los índices de preñez en sus vientres y despoblando los campos ante la imposibilidad de darles comida”, se explicó.
El Rosgan consideró que 2024 asoma positivo para la cadena ganadera.
“Nuevamente los animales serán una reserva de valor importante ante las escasas alternativas existentes. Repoblar los campos y darle kilos será la mejor opción para quienes siempre apostaron por la producción, donde el criador buscará reponerse”, se dijo.
2024 puede ser un año bisagra con un récord de exportación (más de un millón de toneladas) para darle más kilos a los animales y tener, con el mismo stock, mayor producción.
El próximo remate de Rosgan, del miércoles 7 de febrero, promete ser importante en número de cabezas presentadas y con valores sostenidos en todas las categorías. Los actores principales volverán a ser los invernadores tradicionales y, nuevamente, se verá el regreso de los productores agrícolas que comenzarán a prestar atención dónde canalizar sus futuros excedentes de las cosechas.
“El comienzo de la zafra de terneros permitirá, igualmente, al sistema de confinamiento comenzar a repoblar los corrales, donde los números de ocupación, como siempre en este enero y febrero, resultan escasos y, como contrapartida, augura mejores precios para la hacienda con destino a faena ante la oferta disminuida estacional en el Mercado de Cañuelas”, se comentó.
“La solidez de la exportación y la búsqueda del novillo terminado en Cañuelas es, también, el reflejo de los buenos valores de los novillos y novillitos de la invernada. Sin dudas, el tractor que empujará los precios este año será la exportación”, se concluyó.
Fuente: Prensa Rosgan