Eizaguirre y los 89 años de la AGA: “Hoy, nuestro mayor desafío es salvar la República”

25 junio 2021

La reflexión del dirigente gremial viene a cuento de la celebración, este sábado 26 de junio, de otro aniversario de nuestra entidad: la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca.


El dirigente gremial y productor ganadero Luis Eizaguirre, en una imagen de este viernes 25, en su establecimiento.


   “La única finalidad de la reunión es buscar soluciones que, sin lesionar intereses ni entablar contienda, lleguen a servir a los propósitos enumerados”. Lo dijo Roberto Claverie, el 26 de junio de 1932 en el local de la Sociedad Laurak Bat, en nuestra ciudad, en el cónclave de productores donde se fundó la que, desde entonces, pasó a llamarse Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca (AGA). Finalmente, como primer presidente fue elegido Vicente Biocca. Del hecho ya pasaron 89 años.

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   “En esta fecha volvemos a insistir en nuestro desafío de siempre: tener la mayor cantidad de productores asociados y contribuir a su desarrollo económico y productivo. Desde los trámites cotidianos, hasta tenerlos al tanto de las nuevas reglamentaciones vigentes de las distintas administraciones municipales, provinciales y nacionales y gestionar beneficios impositivos y bancarios”.

   Lo aseguró Luis Eizaguirre, referente gremial de la AGA; delegado de nuestra entidad en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa y participante de las reuniones de la Regional VII de Carbap, que contempla a la región del sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

Reunión de Zona VII de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, en la SR de Patagones. Eizaguirre, junto a Braian Robert, titular de Ateneos Carbap.

   “Pero como la AGA forma parte de Carbap y Carbap, a su vez, integra Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), ahora el mayor desafío es salvar la República. No queremos perder la libertad ni la independencia de criterios, como tampoco queremos que prolifere la corrupción como una forma de gestionar la cosa pública”, agregó.

   “Estamos de acuerdo en que no todos pensamos lo mismo y aceptamos el debate con buen grado, pero debe ser frontal, sincero y respetuoso. Vemos que nos cuesta mucho lograr esto”, sostuvo Eizaguirre.

   —¿Cómo llega la AGA a los 89 años?

   —El aniversario nos encuentra en un momento de intensa actividad gremial, sustancialmente apremiados por la situación derivada de la política del Gobierno nacional.

   “No podemos compatibilizar las producciones con beneficios para toda la economía nacional, entendiendo que el sector rural ganadero y agrícola, y sus derivados, desde las frutas hasta los ovinos, han aportado —y lo siguen haciendo— muchísimo para el ingreso de divisas a la Nación”, indicó.

   “No tenemos a la vista una salida viable, una que nos convenga a todos los actores involucrados y donde el país se vea favorecido”, añadió Eizaguirre.

Dirigentes en movimiento: Eizaguirre, juntos a Guillermo Irastorza y Braian Robert (der.), a punto a subir al Cessna en el Aeroclub de Bahía Blanca.

   “Esto es a nivel general, pero nuestra región se ve afectada particularmente porque no tiene la diversidad de producciones de otras zonas con mejores suelos o mayores regímenes pluviométricos. Estamos limitados”.

   —¿De qué manera tratan de estar cerca de los productores?

   —Por todos los medios. En especial con el tema de los servicios y las negociaciones con bancos privados, provinciales o nacionales, a fin de gestionar líneas de créditos para financiamiento puntual en cada campaña. También lo hacemos con las compañías de seguro, para que las empresas vean con más claridad cuáles son las necesidades específicas de cada productor y de cada región.

   “En tal sentido, hemos logrado buenos resultados también con prepagas para la salud y siempre se trabaja, al menos en las provincias de Buenos y La Pampa, con las legislaturas correspondientes para morigerar las actualizaciones de impuestos en función de las necesidades de cada zona, no sólo en el Inmobiliario Rural, sino también en otras tasas como la vial. También trabajamos, con más intensidad a partir de la incorporación del formato virtual, con diferentes capacitaciones para productores”.

   —¿Cómo está la ganadería en la zona de injerencia de la AGA?

   —La situación no es buena. Tras la última vacunación de aftosa se aprecia una caída notable en la cantidad de cabezas de casi todos los rodeos del sudoeste bonaerense, o de la zona VII de Carbap, que es semejante.

   “Eso es preocupante, porque esta es una región donde la actividad principal ganadera de vacunos es la cría; es decir, partimos de la madre, que es la fábrica de terneros y, de seguir con estas posturas, tendremos menos vacas y comprometemos el futuro, ya que, después, volver a tener una madre con capacidad de gestar insume tres años.

“No encontramos una alternativa que promueva la inversión en ganadería para producir más en los próximos años, sino, por el contrario, siempre aparecen medidas del Gobierno que la desalientan”.

   —A propósito, ¿cuál es tu visión respecto del nuevo plan ganadero?

   —Nos resulta muy chocante. Es un despropósito, porque proponen un plan ganadero con las exportaciones cerradas, o limitadas, que sería más o menos lo mismo, con el objetivo irrealizable e inviable de alcanzar una producción de 5 millones de toneladas (NdR: hoy en 3,2 M/T).

   “La realidad indica que sucederá como en el año 2006, cuando se cerraron las exportaciones y la Argentina perdió 10 millones de cabezas de sus rodeos; una cifra casi irrecuperable.

Luis Eizaguirre aparece en el taller de su establecimiento, en otra imagen de este viernes 25.

   “Hay que decir que estamos en una actividad donde se depende de la vida misma de los animales y de las limitaciones propias de la naturaleza. Una vaca no da más de un ternero por año que, luego, en el rodeo general, no llega a ser tampoco eso, sino 0,7 terneros por vaca. Ahí se necesitan unos 12 años para recuperar aquella pérdida”.

   —¿A qué atribuís estas decisiones del Gobierno?

   —Responden a la propuesta política denominada “vamos por todo”. Hay ejemplos de eso, donde el Estado empieza a limitar a empresas y finalmente se queda con ellas.

“En contrario a la opinión de la mayoría, que dice que este Gobierno no tiene un plan, yo entiendo que sí lo tiene, que hay un plan, y que lo tienen para quedarse con todo y permanecer en el poder”.

   “Porque acá no sólo se destruye lo económico, sino lo moral y lo más valioso que puede tener un pueblo: la patria”.