Concejo de Bahía Blanca: enérgico repudio por el cierre de las exportaciones de carne

22 septiembre 2021

Desde el cuerpo se entiende que perjudican al sector. Y solicitan al Poder Ejecutivo que revea la decisión y convoque a los actores afectados para elaborar un plan productivo y sustentable.



   El Concejo Deliberante del distrito de Bahía Blanca manifestó su más enérgico repudio por la medida del Gobierno nacional de prorrogar el cierre parcial de las exportaciones de carne vacuna hasta el 31 de octubre venidero.

   Asimismo, solicita al Poder Ejecutivo que “revea la decisión y que convoque a las asociaciones y organizaciones representantes de los sectores afectados, con el objeto de trabajar en la urgente elaboración de un plan productivo y sustentable a largo plazo”.

   La nota, con fecha del 16 de septiembre y firmada por el titular del CD, Fernando Compagnoni y la secretaria Soledad Pisani, fue enviada a nuestra entidad, la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca (AGA); a la Sociedad Rural de Bahía Blanca (SRBB); al entonces ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra (a quien reemplazó, este lunes 19, Julián Domínguez) y al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

   En los argumentos de la resolución 107/2021 del CD, se afirma que “la medida apunta a repetir un grave error, que pone en vilo miles de puestos de trabajo, así como una de las pocas industrias que invierte en tecnología, crea puestos de trabajo y genera divisas tan necesarias para la vapuleada economía nacional”.

   También que “hablar del aumento de la carne sin contextualizar el proceso inflacionario del país resulta estigmatizante para un sector que, desde hace décadas, apuesta a la inversión local”.

   Asimismo, se recordó que “la medida fracasó cuando se la implementó entre los años 2006 y 2015, cuando el objetivo también era bajar el precio de la carne en góndola”.

   Y que en el lapso citado se perdieron 10 millones de cabezas de ganado, con una caída de la producción del 18 %, se cerraron más de 100 plantas frigoríficas y se perdieron miles de empleos directos e indirectos en todo el país.

   También que “la merma significativa del stock vacuno y la pérdida de campos ganaderos, que se vieron convertidos en agrícolas, favoreció el ingreso de grandes grupos de siembra en detrimento de pequeños y medianos productores”.

“Para todo sector productivo, y más aún para aquellos con ciclos largos como el ganadero, resulta imprescindible contar con políticas previsibles a mediano y largo plazo”.

   Se concluye diciendo que “nuestro país se encuentra con los índices de consumo de carne vacuna más bajos de la historia (NdR; 47 kilos por habitante por año; 64 K/H en el año 2000 y 90 K/H en 1978), por lo que si se pretender revertir esta tendencia y evitar que los precios sigan subiendo al igual que en cualquier otro rubro, se debe incentivar al sector para que produzca cada vez más, nunca menos”.