Agroexportaciones: 7 de cada U$S 10 los aporta la agroindustria

12 junio 2021

En el año 2020 ingresaron 38.055 millones de dólares. Los datos son del Monitor de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).


Exportación nocturna plena en el puerto de Ingeniero White. / Foto: Prensa CGPBB


  A la hora de las discusiones, con las cifras oficiales se terminan todas las subjetividades. Dejan de ser un eventual relato y se convierten en una realidad objetiva.

   Del entrecruzamiento de datos del Monitor de Exportaciones Agroindustriales de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), surgen los datos —correspondientes al año 2020— respecto del sector más dinámico de la economía en la Argentina. Veamos:

   —Las exportaciones agroindustriales representan el 69 % de las exportaciones totales del país. En otras palabras, se exportan 7 de cada 10 dólares que generan las cadenas agroindustriales.

   —38.055 millones de dólares ingresaron por las exportaciones agroindustriales.

   —El desglose, en porcentaje, es el siguiente: 68 %, cadenas granarias; 16,5 %, economías regionales; 9,5%, carnes; 3%, lácteos y 3%, otros productos.

   —El podio de la posición argentina en el mercado exportador mundial sigue esta secuencia:

1º) En yerba, aceite y harina de soja, maní; y jugo y aceite de limón.

2º) De maíz.

3º) De peras, porotos y soja.

4º) De aceite de girasol, leche en polvo, té, camarones y langostinos.

5º) De lanas y carne de vaca.

   —Argentina está en el top 3 de mayores exportadores de los complejos sojero (39,1 %); maicero (16,2 %) y bovino (8,2 %).

   —Se sitúa en top 3 de complejos con mayor inserción internacional: té (94 %); maní (93 %) y limón (91 %).

   —Está en el top 3 de productos con mayor share de mercado: aceite soja (52 %); yerba mate (42 %) y harina de soja (35 %).

   —Se ubica en el top 3 de complejos con mayor concentración de destinos: yerba (90 %); té (87 %) y porcino (86 %).

   —Figura en el top 3 de complejos con mayor concentración de origen: té (100 %, en el NOA); legumbres (100 %, del NOA) y lácteo (100%, región pampeana).

   —Es el 49 % de la inserción internacional promedio de los 20 complejos.

   —Comprende el 66,15 % de la concentración promedio de los primeros cinco destinos de las exportaciones de los 20 complejos.

   “La exportación es aporte de dólares, los que hacen falta para comprar elementos de consumo, servicios y para cubrir déficit de balanza comercial de otros sectores”, dijo Gustavo Vitelli, de la comisión directiva de la FADA.

   “También sirven para dar respaldo a nuestra moneda, a través de los dólares que ingresan, y para bajar el endeudamiento externo”, agregó.

   “Otro eje es el empleo: cada vez que exportamos un producto argentino generamos trabajo argentino”, dijo.

   “Hay que ver a la exportación como una bendición. Eso es lo que la FADA intenta hacer con este trabajo", dijo Gustavo Vitelli.

   Los economistas de la entidad responden a esta pregunta: ¿Por qué todos necesitamos de las exportaciones a diario en nuestras casas?

“Porque cuando vendemos granos, carne, frutas, legumbres y demás entra el dinero que necesitamos para comprar lo que no producimos acá”, explica David Miazzo, economista jefe de la entidad.

   “Muchos de los productos que consumimos en forma cotidiana no los producimos; por eso necesitamos que los demás países nos compren granos, aceites, vinos, lanas y carnes para que entre ese dinero que, luego, utilizamos para tener Netflix, autos, ropa o hasta para poder viajar”, sostuvo.

   También señaló que, con las divisas que ingresan, se hace posible que operen otros rubros que necesitan de los dólares que genera el agro.

   “De esta manera, se van generando miles y miles de puestos de trabajo en ámbitos industriales que, de otra forma, no podrían operar”, aseveró Miazzo.

   Las exportaciones agroindustriales de los últimos meses representaron el 69 % de las totales del país: más de 38 mil millones de dólares.

“Para nuestras familias parecen cifras lejanas, pero el punto clave es que, en empleo, fueron otros miles de trabajadores que obtienen nuevos empleos o mantienen sus puestos de trabajo gracias al circuito exportador”, argumentó Miazzo.

   El informe de la FADA también revela que, en 96 países, se disfrutan nuestros vinos, uvas y derivados y que, con nuestro maíz, llegamos a 89 países.

   “Exportar no empobrece ya que, por el contrario, es riqueza productiva generando más riqueza para la economía”, sostuvo David Miazzo.

   Además, estamos presentes en las picadas y comidas de más de 65 países con maní, aceite y derivados argentinos.

   “Es un orgullo estar en esta infinidad de países, pero más importante aún es reparar en los empleos argentinos que involucra venderle a otros países”, referencia --por su parte-- Nicolle Pisani Claro, también economista de la FADA.

   El Monitor de Exportaciones Agroindustriales, que se define como el explorador de los complejos agroindustriales, presenta un podio de la posición de Argentina en el mercado mundial, que precisa que somos el primer exportador mundial de yerba, aceite y harina de soja, maní y jugo de limón; y segundos de maíz. Y la lista sigue.

   El informe hace un análisis de 20 complejos agroindustriales escogidos de manera tal que reflejan el federalismo de este rubro.

   “Son complejos que no sólo tienen que ver con la importancia sobre el total de las exportaciones agro del país sino, también, complejos con gran relevancia regional, que quizás la participación en el total no es tan grande, pero en una región sí son importantes”, dijo Pisani Claro.

   “Por poner un ejemplo: el té representa el 0,3 % de las exportaciones del país, pero cuando uno ve lo que representa esta producción para el NEA, es indudable que hay que estudiarlo”, agregó.

“Esto tira abajo uno de los mitos en torno a este tema, demostrando que exportar no empobrece ya que, por el contrario, es riqueza productiva generando más riqueza para la economía a lo ancho y largo del país”, agregó Miazzo.

   “Con las exportaciones nos beneficiamos todos los argentinos, porque nos aportan empleo, mejores servicios, infraestructura, salud y demás, ayudan a evitar crisis y permiten la llegada de productos que no elaboramos acá”, explicó.

   Miazzo sostuvo que el Monitor de Exportaciones Agroindustriales se presenta como una herramienta que permite visualizar —de manera rápida— el gran potencial exportador de la Argentina: qué producimos, para quiénes, cuánto nos compran y en qué nos beneficia producir para nosotros y para el mundo.

   “Hay múltiples mitos en torno a los beneficios, o perjuicios, de las exportaciones y el estudio de FADA aporta a echar luz con datos y análisis”, aseveró el economista jefe de la entidad.

“Hay una realidad desalentadora y cortoplacista”

   El Monitor de Exportaciones Agroindustriales de la FADA se presentó en forma virtual --a través de Youtube-- con la moderación del periodista Mauricio Bártoli. Algunas de las opiniones del encuentro son las siguientes:

   —“Sólo cambiando la forma de pensar del ciudadano, viendo al agro y a la agroindustria como su aliado estratégico, para lograr un mayor desarrollo en su actividad y crecimiento, se modificará el destino de nuestro país”. (Carlos Schilling, presidente de la FADA).

   —“Una cosa no quita a la otra. Argentina no tiene un problema de producción de alimentos, sino un problema de distribución y acceso económico a los alimentos: somos el quinto país a nivel mundial que más consume pan y también exportamos el 59 % del trigo, alcanza para abastecer el mercado interno y también el externo”. (Nicolle Pisani Claro, economista de la FADA).

   —“El año 2020 fue muy difícil y un gran desafío. La situación de pandemia ha tenido un impacto negativo en el valor de las exportaciones, sobre todo en el caso de Europa, donde gran parte de nuestras exportaciones está destinada al sector de hotelería y restaurantes. Estamos trabajando para abrir nuevos mercados de alto valor. Para eso es necesario posicionarnos, pero también hacer énfasis en demostrar el cumplimiento de todos los protocolos que la situación actual impone”. (Sergio Rey, jefe de Promoción Externa de Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, IPCVA).

   —“Nuestra visión es de una enorme potencialidad, pero hay algo que nos desvela: sostener esa situación, tener la previsibilidad necesaria para que este enorme eje que tiene mucho más para dar, sea sostenible. Hay una realidad desalentadora y ‘cortoplacista’: no sabemos si mañana va a haber un aumento en DEX, mayor carga tributaria, no hay acceso al crédito, no hay infraestructura, los costos se incrementan. El panorama es incierto”. (Javier Rotondo, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona, Cartez).

“La Argentina tiene un perfil exportador, en el cual el grueso de la soja que se produce es molido aquí y exportada como producto transformado, ya sea en harina o aceite. Esto nos pone en una mejor posición que muchos otros países, porque permite exportar a mayor cantidad de destinos y no solamente a China. Si exportáramos principalmente poroto, como Brasil o los Estados Unidos, dependeríamos esencialmente de lo que determine China y las políticas que imponga ese país para ese producto”. (María Marta Rebizo, gerenta de Asuntos Económicos y Comerciales de CIARA/CEC).

Fuente: Diario La Nueva.