Faena: aún no aparecen indicadores de una fase de retención

15 abril 2024

El ritmo diario resulta casi un 5 % inferior al registrado en febrero y se ubica dentro de los niveles más bajos de los últimos dos años.



   Según los datos oficiales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), con 1.053.811 cabezas, la faena vacuna de marzo en números absolutos prácticamente no mostró variaciones respecto del mes previo.

   Sin embargo, ajustada por días operativos, el ritmo de faena diaria resulta casi un 5 % inferior al registrado en febrero, ubicándose dentro de los niveles más bajos de los últimos dos años.

   Claramente comparado con los máximos registrados en el tercero mes del año pasado (bajo un escenario de plena sequía), los números actuales muestran reducciones importantes; marzo contra marzo arroja una caída en número de animales faenados del 19 % interanual, o del 27 %, si lo llevamos a base diaria.

   No obstante, al analizar la cantidad de animales faenados en los primeros tres meses, la caída se reduce al 8 %, con 3,27 millones de animales este año versus 3,54 millones en 2023, siendo junto a 2023 una de las cifras más elevadas para este primer trimestre desde los máximos alcanzados en el período 2009-10.

   Lo mismo se confirma, al analizarlo en términos relativos al stock inicial, un indicador que, hasta el momento, no se podría asociar a una fase de retención de hacienda como la que se proyectaba para este año.

Si se analiza la participación de hembras en la faena, se ve que los porcentajes siguen siendo elevados.

   Los datos de marzo muestran una faena de 212.061 vacas y 283.907 vaquillonas, que representan en conjunto el 47,1% de la faena total del mes, la segunda participación más elevada para ese mes, desde marzo de 2019 (49,2 %) influenciado por una fuerte salida de vacas con destino a China.

   Es, precisamente, esa comparación contra 2019, la que sorprende en un contexto muy diferente desde el plano comercial.

   A diferencia de aquel año, los compradores chinos parecen estar mucho más cómodos en su dinámica de compras, tras abrir el juego a muchos más proveedores que en aquel entonces, cuando la necesidad de abastecimiento los llevó a pagar por momentos valores muy superiores a su capacidad de compra.

Fuente: Rosgan