¿Cuáles son las posibilidades del Cluster Alimentario de Bahía Blanca en EE.UU?

19 octubre 2020

José Molina y Cecilia Marincioni expusieron no sólo la situación del comercio bilateral, sino también las oportunidades y potencialidades puntuales para los productos de las empresas.


Puerto de Ingeniero White, en el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca. / Fotos: Prensa CGPBB.


   Miembros de las empresas del Cluster Alimentario, del Puerto de Bahía Blanca y de la Bolsa de Cereales, conversaron por videoconferencia con José Molina, el Agregado Agrícola argentino en Estados Unidos y Cecilia Marincioni, bahiense, asesora senior de esta misma oficina.

   Los invitados introdujeron la charla analizando la situación corriente de la política comercial de EE.UU, basada principalmente en la búsqueda reducción del déficit comercial. Cabe destacar en esa línea, hitos recientes como el retiro de EE.UU del Acuerdo Transpacífico, la suspensión de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Innovación con la UE, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.

   Además, la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio, la agresiva utilización de medidas de defensa comercial (por ejemplo, las vinculadas al biodiesel que tuvieron tanta repercusión en Argentina), y una novedosa y preocupante investigación que se está llevando a cabo sobre salvaguardia de arándanos.

“El mercado estadounidense es importante porque cuenta con 327 millones de consumidores de alto poder adquisitivo y es el segundo importador mundial de alimentos. Importó U$S 170.000 M en 2019 y en los últimos 10 años aumentó un 58 % sus importaciones”, dijo Molina.

   Agregó además que, de acuerdo a estimaciones del Departamento de Agricultura, “hay un crecimiento de importaciones previsto a futuro, de productos que Argentina produce y exporta”.

   Los principales productos agropecuarios importados por EE.UU disponen en general de alto valor agregado. Se destacan productos de la pesca, productos forestales, vinos y cervezas, frutas frescas, golosinas y snacks, carnes rojas y subproductos, hortalizas, aceites (esenciales, vegetales y tropicales), productos lácteos, etc.

   “Como ven, hay espacio en este mercado para ingresar con productos nuestros”, expresó Molina, considerando que Argentina es productor de muchísimos de los bienes que se encuentran en los topes de las listas de los importados por EE.UU.

   “Argentina como proveedor está en el puesto número 23, --en 2019 le exportamos por U$S 1.700 millones-- con lo cual el desafío es crecer en esa posición, exportándoles más. Aún dentro de nuestra región hay varios más arriba en el ranking”, indicó Molina.

   “Para Argentina, EE.UU es uno de los principales destinos de las exportaciones. La balanza comercial agropecuaria es favorable, y hubo un 38 % de crecimiento de nuestras exportaciones agroalimentarias en los últimos 10 años”, añadió.

   Molina comentó que existe una positiva peculiaridad, dado que casi el 50 % de nuestras exportaciones están directamente destinadas al consumidor, siendo EE.UU el mercado con mayor valor por tonelada exportada. Informó, además, que en las exportaciones tenemos bastante diversificación, mucha participación de pymes, exportación de muchos productos de nicho como, por ejemplo, los orgánicos y la ventaja de la contraestacionalidad para lo que son frutas, hortalizas y semillas.

  “Cabe destacar en la relación bilateral la existencia del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), al que fuimos readmitidos en 2018 luego de cinco años de suspensión”. Este es un programa unilateral que autoriza la importación con arancel cero de 4800 productos argentinos. “En 2019, Argentina exportó U$S 377 millones dentro del SGP, de los cuales el 60 % fueron productos agroalimentarios”, precisó el invitado.

   Por su parte, Marincioni, ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional del Sur, expuso una acabada presentación de la situación del mercado en los rubros alimentarios de las empresas del Cluster --legumbres, hortalizas, cereales, carne bovina, conservas, miel y ovoproductos--, donde se identifican numerosos casos con grandes oportunidades de mercado en EE.UU.

   “Para las legumbres hay enormes potencialidades. Crecieron un 40 % en la última década y las importaciones desde Argentina crecieron un 150 %. Durante la pandemia su consumo creció muchísimo y se observa como la gente más joven consume cada vez más proteína vegetal que animal” comenzó.

“En las hortalizas, EE.UU tiene alta dependencia de las importaciones. El 32 % de su consumo es importado”, indicó Marincioni.

   “Nuestra participación no es muy alta y está bastante concentrada en ajo --que creció mucho recientemente porque China es el principal proveedor y sus exportaciones se contrajeron bastante al principio de la pandemia--, y tenemos posibilidad de exportar muchas más hortalizas y frutas como, por ejemplo, cebolla, albahaca, duraznos, banana, pelones, manzanas, etc”.

   Con respecto a los cereales, dado que ambos somos productores, Marincioni explicó que no hay tanto mercado. “Se destaca en este rubro principalmente lo que es cereal orgánico como nicho de exportación y algunas semillas de producción en contraestación”.

   En relación con las carnes bovinas, si bien también EE.UU es productor grande, igualmente importa mucho, sobre todo carnes magras. La invitada especificó que en este producto “hay una cuota preferencial de 20.000 toneladas, pero un arancel extracuota que resulta igualmente interesante y donde también podríamos ser competitivos, sobre todo en los cortes de alta calidad y bajas grasas”.

   Precisó que, como requisito principal, la exportación tiene que venir de establecimiento aprobado por Senasa. “En lo que respecta a las conservas, todas tienen posibilidad de acceso sin restricciones desde el punto de vista sanitario y fitosanitario. Las restricciones están solamente vinculadas a la inocuidad del producto”, sostuvo.

   “No somos grandes exportadores de conservas a EE.UU, pero lo destacable es que el universo de productos es muy diverso: aceite de oliva (somos el sexto proveedor), purés de manzanas y peras, aceitunas, frutillas congeladas, entre varios otros”.

   En este rubro, recomendó la participación en las ferias Fancy Food y Natural Products. En la miel, EE.UU tiene una alta dependencia de las importaciones, “el 70 % del consumo es importado y EE.UU es el quinto consumidor mundial de miel”, dijo.

“Es uno de los productos que identificamos con más oportunidades, ya que Argentina fue en 2019 el segundo proveedor”, sostuvo Marincioni.

   También destacó la importancia de la miel orgánica, que creció un 400 % desde 2012.

   Al igual que ocurre con el aceite de oliva, el desafío es ingresar directamente con la miel fraccionada que vaya a consumidor final.

   Finalmente, los ovoproductos son los únicos que no tiene acceso permitido a EE.UU. Solo se pueden exportar huevos frescos o huevos fértiles, pero no ovoproductos. Sin embargo, hay conversaciones con negociaciones en curso entre las dos Agencias sanitarias en los últimos años, con lo cual el futuro podría ser prometedor.

Fuente: Clúster Alimentario Puerto Bahía Blanca