Parto en bovinos: ¿Cuáles son las patologías que merecen especial atención?

20 junio 2023

Un buen manejo del sistema ganadero comienza con la prevención de enfermedades, el diseño de planes sanitarios sólidos y su correcta ejecución.



   Los bovinos son susceptibles a distintas enfermedades infecciosas causadas por virus, bacterias y parásitos, y deficiencias de nutrientes que pueden ocasionar abortos, según se recuerda desde la Agencia de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa.

   Un buen manejo de nuestro sistema ganadero comienza con la prevención de enfermedades, el diseño de planes sanitarios sólidos y su correcta ejecución para asegurar el bienestar animal y llegar con buena condición al parto.

   En tal sentido, el Ing. Agr. Nicolás Licoff repasó los temas indispensables respecto de la sanidad bovina desde el servicio hasta el parto.

Abortos: pérdidas evitables

   La mayoría de los abortos se originan por enfermedades infecciosas bacterianas como brucelosis y leptospira, parasitarias como neospora y otras de tipo viral.

   Siempre la recomendación es la consulta veterinaria y el cumplimiento de los esquemas y momentos de vacunación. Esto implica acciones tanto previas al parto de vaquillonas preñadas como post parto en los terneros.

Algunas vacunas se aplican en todo el ganado y otras sólo a los grupos gestantes.

   “Dentro del calendario sanitario tenemos también vacunas obligatorias, como el caso de aftosa y brucelosis, y otras de manejo que se implementan a criterio del veterinario actuante, según la zona y los antecedentes del campo”, sostuvo.

Suplementación de magnesio

   La hipomagnesemia es una enfermedad asociada a bajos niveles de magnesio (Mg) en sangre, debido a una menor ingesta o mayor demanda por parte del animal y afecta a bovinos adultos, particularmente después de situaciones de estrés como un parto.

   La falta de Mg hace que la vaquillona realice mayor esfuerzo en el alumbramiento y tenga partos prolongados. Consecuentemente, la cría no nace rápidamente y se interrumpe el suministro de oxígeno en el canal de parto, resultando en terneros nacidos muertos o, inclusive, la muerte de la madre. 



   El aporte diario de Mg al animal es necesario, sobre todo en períodos de mayor requerimiento como gestación y lactancia.

   “La suplementación de Mg debe ser una estrategia de manejo hasta después de terminada la parición y hoy en día contamos con numerosas herramientas para hacerlo”, explicó el Ing. Licoff.

Manejo del rodeo de vaquillonas

   Las pariciones agrupadas por mes o por tercios (primeros dos meses y cola del último mes de parición) permite una mayor atención a los partos y gestionar mejor los recursos humanos, las herramientas sanitarias preventivas y la suplementación nutricional. 

   “Con la tendencia a los entores de vaquillonas de 15 meses, cobra relevancia el cuidado de las vacas jóvenes con cría. Servir vaquillonas de 15 y 16 meses de edad es una práctica donde se le ‘gana’ un año de vida útil y el beneficio de mayor eficiencia de producción”, amplió. 

   El Ing. Licoff recomienda hacer este tipo de entores en aquellos sistemas donde uno pueda garantizar la correcta recría pre-servicio y post-parto, ya que en definitiva esa vaca pare muy joven, y con su cría al pie debe continuar su desarrollo hasta llegar a adulto.

“Un mal manejo puede desencadenar problemas fisiológicos como retrasos en tomar servicio, disminución de la fertilidad de los celos y bajos porcentajes de preñez”, dijo.

   “Afortunadamente, en nuestro país existe genética de toros de razas cárnicas y lecheras probados en cuanto a facilidad de partos; es decir, que utilizados en vaquillonas permiten reducir el número de partos difíciles”, concluyó el Ing. Licoff.

Fuente: Prensa Aapresid