Mariana Grieder (izq.); Laura y Lorena Elorriaga (presidenta); y Alicia Nosetti, en el frente de la ARS. / Foto: "Clarín"
En el ámbito gremial rural, la presencia de mujeres ha sido históricamente minoritaria o nula, por eso, que cuatro integren la comisión directiva de una entidad de este tipo y que una de ellas la presida tras siete décadas de preeminencia masculina, es noticia. Son cuatro profesionales, productoras agropecuarias, empresarias, madres y dirigentes gremiales que abordan cada tarea con pasión, compromiso, conocimiento, idoneidad y firmeza contagiando el entusiasmo por transformar la realidad para beneficio colectivo.
Lorena Elorriaga es ingeniera agrónoma y en marzo asumió la presidencia de la Asociación Rural de Salliqueló (ARS) adherida a Carbap, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo en 72 años. Acompañándola, dentro de las 19 personas que forman parte de la comisión directiva, asumieron la Med. Vet. Mariana Grieder como prosecretaria, la Ing. Agr. Laura Elorriaga, su hermana, como protesorera y la productora Alicia Nosetti, como vocal.
Hijas de productores agropecuarios, desde muy chicas Lorena y Laura aprendieron a encarar los embates de la vida en el campo. Su padre falleció en un accidente aéreo pulverizando un lote cuando apenas tenían 3 y 2 años, y crecieron en un mundo de mujeres al cuidado de su madre y de su abuela. Las dos estudiaron Ingeniería en Agronomía en la facultad de La Plata. La carrera la hicieron rápido, el sacrificio que su madre hacía para que puedan estudiar era grande y había que volver lo antes posible a casa.
“A los 15 ya inicié mi emprendimiento de colmenas y al año ya me pude comprar mi primer auto; cuando mis amigas pensaban en qué ropa se iban a poner para ir a bailar, yo solo pensaba en las colmenas y en cómo hacer un mango”, recuerda Lorena entre risas.
Apenas se recibió, recién separada y con una hija pequeña, se desempeñó como docente. Un tiempo después, comenzó a trabajar con Los Grobo como técnica responsable en una siembra asociada, fue la primera mujer en ocupar ese cargo en la empresa.
“Allí medían objetivos, no importaba si eras hombre o mujer. Yo me ocupaba de todo, llegué a manejarles 14.000 hectáreas agrícolas”, cuenta la flamante presidenta de la ARS”.
Lorena y Laura Elorriaga son socias desde que se recibieron de ingenieras y hacen una dupla perfecta, complementándose en las tareas de acuerdo con el perfil de cada una. En 2000, apenas llegada de La Plata, con el título en la mano, Laura fue directamente -y no es un decir- al hangar en el campo. Junto a su hermana ya habían comprado un avión para crear una empresa de aplicaciones aéreas.
Con la historia familiar en las espaldas, su madre lo aceptó con la única condición de que no sean ellas las que pilotearan la aeronave. A eso se dedicaron hasta 2020, mientras, paralelamente, sumaban y diversificaban actividades trabajando como contratistas, asesorando, haciendo pulverizaciones terrestres, siembras propias y asociadas, y administrando el campo familiar donde realizan ganadería intensiva.
“Nos complementamos muy bien, cada una hace lo que más le gusta y lo que mejor le sale hacer. Lorena se ocupa de las relaciones públicas, de lo más visible, de encontrar el negocio, generarlo, buscarle la vuelta y yo voy por atrás, tratando de que todo eso se lleve a cabo: la gestión, el orden de los papeles. Siempre juntas en todos los emprendimientos”, cuenta Laura.
“Nosotras nos criamos en un mundo de mujeres, para nosotras no es raro que las mujeres tomen las riendas de la familia, de los negocios, de lo que corresponda”, indica Lorena.
Mariana Grieder es una histórica de la Asociación Rural de Salliqueló. Hace trece años se sumó a la entidad. “Se hicieron muchas cosas en la asociación pero con la llegada de esta nueva ola, con la gestión de Arnoldo Mazzino (presidente saliente de la ARS), con las chicas, hubo un cambio rotundo, vienen con ideas, proyectos, con propuestas para hacer cosas, con la idea de integrar la asociación a la comunidad. Estos dos últimos años hemos trabajado muchísimo y ahora con Lorena seguro que también será así”, expresa la prosecretaria.
Mariana viene de una familia de chacareros y desde chica sintió la vocación de ser veterinaria. “A mí me hubiese gustado dedicarme a ser veterinaria de campo pero antes, hace veinte años, en casa me decían que era cosa de hombres y yo era muy tímida, me faltaba decisión, entonces emprendí mi proyecto de laboratorio en sanidad que lo llevo adelante hasta el día de hoy, además de asesorar en mi campo”, repasa.
Alicia Nosetti nació en Salliqueló y toda su vida estuvo vinculada al campo ya que su padre era productor agropecuario e ingeniero agrónomo. A la hora de elegir una profesión se decidió por el periodismo y la comunicación social que la llevaron a trabajar en varios medios nacionales -audiovisuales y gráficos- de la Ciudad de Buenos Aires durante varios años. “No estaba dentro de mis expectativas regresar a ocuparme del campo pero falleció mi padre, soy la mayor de tres hermanos y siguiendo el mandato familiar volví y me quedé en Salliqueló”, relata.
“Las mujeres han trabajado en el campo desde siempre, mi abuela paterna lo hizo toda su vida pero los hombres eran los visibles socialmente. Esa idiosincrasia se trasladó en el tiempo y también a la conformación de las entidades rurales”, indica Alicia. “Mi padre presidió en varias oportunidades la Asociación Rural por eso, al volver a Salliqueló, fue natural para mí aceptar ese legado e integrar la comisión pero en aquel entonces no era el tiempo ni el lugar, no fue una experiencia que me permitiera sumar”, reconoce.
“Han pasado unos cuantos años, las mujeres, por capacidad y trabajo, como en el caso de Lorena, Mariana y Laura han llegado a este lugar de protagonismo dirigencial y me han convocado a sumarme nuevamente a la comisión directiva, y como expresó Arnoldo Mazzino: es tiempo de las mujeres”, dice Alicia.
Los tiempos han cambiado y las mujeres, paso a paso, con mayor o menor esfuerzo según los casos, siguen avanzando en la ocupación de espacios, en el logro del respeto de sus derechos y la lucha por los que faltan. Mariana celebra la evolución social: “Hoy no notamos diferencias por género, la sociedad ha cambiado muchísimo y se nota en todo sentido”, dice. “Además ha cambiado la actitud que tenemos las mujeres frente a esto, quizás antes lo permitíamos pero ahora no. En otro tiempo, por ahí no te daban el lugar, agachabas la cabeza y te ibas, hoy no, no te lo dan y lo vas a buscar, no esperás que nadie te da nada”, señala Laura.
“Tal vez el tema de las mujeres sea parecido al del sector: hay que aprender a visibilizar tranqueras afuera todo lo q se hace excelentemente tranqueras adentro”, reflexiona Alicia.
Entre muchas actividades, Lorena Elorriaga también es parte del nuevo Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia de Buenos Aires por la Región Sur. Para ella, involucrarse hace la diferencia.
“Participar te permite sentarte en los lugares en donde se deciden cosas que después nos complican o nos facilitan la vida a todos, y que puedas modificar la realidad”, opina.
“Donde hay una mesa, si hay una silla, hay que sentarse. Y tienen que sentarse las mejores. Hay que ir y hay que dar las discusiones que haya que dar”, subraya la conductora de la ARS. “Hay que participar y tienen que hacerlo las mejores de nosotras, las que estén capacitadas para hacerlo bien”, asegura Mariana. En tanto, Laura considera que “hay que acceder a los espacios pero no por un cupo si no por idoneidad, y si no tenés el lugar, hay que salir a buscarlo”.
Muchos granos de arena hacen una montaña, por eso Lorena quiere contagiar: “Una no pretende ser ejemplo pero sí motivar otras para que participen, si más de nosotras somos visibles desde estos lugares, es más fácil que alguien quiera emularlo, que lo vea posible”, dice.
“Conducir la Asociación Rural de Salliqueló es un desafío y una responsabilidad enorme porque es muy activa, no se calla”, reconoce Lorena. Al tiempo que destaca el compromiso y el entusiasmo de cada uno de los miembros de la comisión directiva para realizar las tareas que sean necesarias pensando en el bien común.
Dentro de los ejes de su gestión, la educación es un punto fundamental. “Nosotros trabajamos mucho para que la educación de nuestros chicos sea más igualitaria y generadora de oportunidades en un momento en el que parece que eso no sucede, y más en el interior donde muchas veces no tenemos caminos para que los chicos lleguen a las escuelas, los chicos no tienen dispositivos, muchas veces no tenemos conectividad, con suerte solo hay señal de teléfono”, cuenta. “Esas cosas a nosotros nos enojan y no estamos dispuestos a no decirlo o resignarnos y no hacer nada”, sostiene. Por eso conformaron una subcomisión de Educación integrada por ocho mujeres docentes jubiladas para abordar ese objetivo.
“Desde Carbap estamos trabajando activamente para lograr un cambio más macro. La educación es transversal y nosotros, de alguna manera tenemos que poner alguna piedrita basal. Se trata de tener chicos más educados para tener comunidades y ciudadanos más fuertes. Después, el resto viene. Pero tenemos que mirarlo de manera más integral”, afirma la presidente de la ARS.
Otro de los focos de trabajo de la nueva comisión es la integración a la sociedad. “Nos enojan las cuestiones falsas e irresponsables que se instalan sobre el agro para separarnos del resto de la comunidad, como las cuestiones ambientales o cuando nos hacen responsables del aumento de los alimentos, por eso nos manifestamos y queremos explicar qué hacemos y cómo lo hacemos ya que hay mucho desconocimiento”, manifiesta. Por eso apuntan a trabajar integrados con la comunidad: “Somos una unidad, es una cadena y si le va mal a uno, se atranca el engranaje y le va mal a toda la cadena”, señala.
Por supuesto, la acción gremial es la razón de ser de la entidad: “Somos una comisión heterogénea y diversa, tenemos talentos y especialistas para cada uno de los nichos que haya que tratar, armamos equipos de trabajo para que las potencialidades de cada uno estén al servicio del productor”, cuenta.
“Yo nunca trabajé en relación de dependencia, siempre trabajé en asociación, integrada, por eso siempre valoré mucho los beneficios de una red”, remarca la dirigente.
Lorena considera que el compromiso y la renovación son las claves del éxito del grupo. “Como dice Mariana, somos un unicornio, hasta los antiguos socios nos quieren y nos respetan”, celebra la nueva presidente. “Cada una participa con su mejor capacidad: Lorena está en el frente, nos representa y nosotras en el detrás de escena”, indica Laura. “Y ellas son el músculo”, destaca Lorena. De ese modo, las cuatro juntas crean sinergia y ya están haciendo historia en el gremialismo rural.
Fuente: Kitty Vaquero / Agroindustria / diario "Clarín"