Los 90 años de la AGA: La huella de los 18 presidentes

25 junio 2022

El primer titular de la entidad fue Vicente Biocca. Estuvo en el cargo por 18 años: desde 1932 hasta 1949. Quedó en el recuerdo como un guía tutelar de la entidad.



   Vicente Biocca asumió el cargo de presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores (AGA) tras la fundación concretada el domingo 26 de junio de 1932.

   Su gestión fue ejemplo de entrega y dedicación en defensa del sector agropecuario. El mandato se renovó en forma bianual durante 18 años.

   De acuerdo con el libro de los 80 años de la AGA, escrito por Norma Rosa Gutiérrez y Vivian Laurent en 2012, Biocca dirigió los destinos en el medio de la crisis internacional y del intervencionismo estatal y, también, en los primeros años del gobierno peronista marcado por una fuerte centralización, estatización de la economía y desaliento de la producción agropecuaria.

   Había nacido el 3 de diciembre de 1878 en San Vicente, provincia de Buenos Aires, donde su padre tenía un tambo.  Algunos de los hermanos de Vicente permanecieron allí, mientras que él, Juan Manuel y Carlos, se radicaron en Bahía Blanca. En 1882 adquirió 2.000 hectáreas en la localidad de Cabildo, a las que les puso el nombre de su esposa: La Genoveva.

   Falleció el 4 de marzo de 1949, cuando aún se desempeñaba como presidente de la AGA.

—La sucesión se concretó con Manuel Alvarez Fourcade, quien era vicepresidente de Biocca. Ocupó distintos cargos en la AGA hasta 1989. Su padre, Manuel D. Alvarez, había sido fundador de la Asociación y miembro de la comisión directiva desde 1933 hasta 1939.

   Alvarez Fourcade continuó la lucha por la defensa de los productores que había compartido con Biocca.

   Los primeros años fueron difíciles y de crisis para la zona pampeana. Además, la política estatal no resultó beneficiosa para el agro. La iniciativa privada era desalentada, faltaba mano de obra, que migraba a las ciudades, y se desestimaba la actualización tecnológica.

   La historia resalta que Alvarez Fourcade, como Biocca, fueron quienes hicieron el basamento de la AGA, al ejercer —sostienen las escritoras Laurent y Gutiérrez—, el liderazgo gremial en los años fundacionales. Con ambos se terminó el período de las grandes personalidades y las presidencias extensas; pero el legado de estos pioneros continuó.

—Víctor J.M. Puente asumió la presidencia de la AGA en 1963 (hasta 1965), en coincidencia con la presidente de Arturo Illia como primer mandatario de la Nación.

   Aún hoy se recuerdan los discursos de Puente, tal como el siguiente:

   “(…) Tenemos la necesidad de mantener viva la concepción gremialista y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la importancia y gravitación de esta entidad siga constantemente en aumento (…). Queremos un campo argentino fértil en todo sentido; queremos que nuestra Nación progrese incesantemente. Sólo pedimos ordenamientos justos en lo que hace a medidas estatales. Estamos firmemente convencidos que ese, y no otro, debe ser el punto de partida para la felicidad de todo el pueblo argentino. Los hombres de campo estaremos entusiastas en esta cruzada (…)”.

—Arnaldo Rodríguez Hurtado asumió en 1965 y estuvo hasta 1969.

   Tenía una visión amplia e integral acerca de la agremiación. Consideraba que la actividad no debería limitarse sólo a los problemas económicos, sino luchar también por la educación rural.

   Rodríguez Hurtado estuvo en distintos cargos en la AGA hasta 1996.

—David Golberg asumió en 1969 y permaneció en la presidencia hasta 1978.

   Había nacido en la localidad pampeana de Bernasconi, donde su padre tenía un almacén de ramos generales y, además, un campo.

   Tras no pocas gestiones, en abril de 1977 Goldberg impulsó la radicación de OSDE en la ciudad, con filiales en 13 partidos de la zona. La finalidad era dotar de una obra social a productores y empresarios. Fue el primer presidente de OSDE y, durante los primeros tiempos, funcionó en las oficinas de la AGA.

—Eduardo Vila fue presidente de la AGA entre junio de 1978 y enero de 1979, cuando se produjo su fallecimiento, a los 39 años.

   A propósito de la violencia de la década del 70, dijo: “(…) Nuestro anhelo como hombre de paz y trabajo, que somos los que volcamos el esfuerzo en producir la tierra, es que se apacigüen los ánimos, se logre el entendimiento, se aventen esas ideas de muerte y destrucción y, de una vez por todas, se luche verdaderamente con inteligencia, mediante la pluma, la máquina o el arado, para recuperar la grandeza de la Nación (…)”.

—La sucesión de Vila recayó en su vicepresidente, Enrique Lefebvre, quien estuvo hasta septiembre de 1979.

   Su breve presidencia transcurrió en una época de grandes tensiones con el poder político a causa de los excesivos impuestos que sufría el campo, la reducción subsidios, la eliminación de créditos y la desigual competencia frente a la introducción indiscriminada de productos importados.

—Desde 1979 hasta 1982 ocurrió la presidencia de Alberto Paronetto, quien era de Ingeniero White.

   En 1982 renunció al cargo para asumir como director del Banco de la Provincia de Buenos Aires.

   Desarrolló actividades en Carbap como delegado, protesorero (1979) y secretario (1980). Fue uno de los redactores de la declaración de principios de la entidad, en noviembre de 1978, y propuesto como candidato a presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

—La primera presidencia de Néstor Casali se inició en 1982; y se prolongó hasta 1990.

   Su actividad no se centró sólo en la AGA, sino que también participó en el consejo de administración del puerto, impulsando para Bahía Blanca el primer puerto autónomo del país.

   Casali fue miembro del consejo directivo de la Bolsa de Cereales y del consejo consultivo del Banco Provincia, representando al sector de la producción. También actuó en Carbap: fue delegado, vicepresidente segundo (1990) y vicepresidente primero (1991).

   A pesar de los problemas económicos y climáticos del país y de las dificultades financieras de la Asociación, no se dejó de apoyar  con contribuciones mensuales —en recursos económicos— a otras entidades como al Patronato de la Infancia y a la Biblioteca Rivadavia.

—Desde 1990 a 1993 sucedió la presidencia de Andoni Irazusta Zubasti.

   De acuerdo con el libro de los 80 años de Gutiérrez y Laurent, fue un presidente de muchas inquietudes. Con una personalidad arrolladora, llevó a la institución a participar activamente en varios proyectos de la ciudad, como el del puerto autónomo y la fundación de la Universidad Nacional del Sur (UNS).

   Durante su presidencia se formaron subcomisiones para el estudio en profundidad de los siguientes temas: 1) Económico-societario; 2) Sanitario; 3) Fletes y puertos; 4) Cereales; 5) Carnes; 6) Lanas; 7) Abigeato; 8) Impuestos; 9) Valores mobiliarios; 10) Estadísticas; 11) Ateneo de la Juventud; 12) Boletín; 13) Prensa; 14) Relaciones exteriores y 15) Relaciones interiores.

—Luego llegó el turno del regreso a la presidencia de Néstor Casali, quien estuvo desde 1993 a 1996 (cuando asumió el cargo de Director Provincial de Agricultura).

   El plan de vacunación antiaftosa se desarrollaba a nivel nacional y bajo la forma de fundaciones. Pero, en Bahía Blanca, con la AGA comenzó en 1989 con la activa participación de Andoni Irazusta, Jorge Mario Grimberg, Horacio Zamboni, Bernardo Barsky y Oscar Inchausti.

   Durante su mandato se avanzó en el Plan Provincial de Brucelosis; en el Plan Forestal; el Plan Bajo Impacto Ambiental (BIA) y el Programa Ganadero de Buenos Aires (Fogaba).

—Mariano González Martínez asumió para dos períodos: desde 1996 a 1999.

   Durante su mandato, la AGA adquirió el predio ferial ubicado en el kilómetro 8,5 de la ruta nacional 35, luego de que la municipal aprobara el proyecto. La firma de la escritura traslativa del predio comprado a Productores Rurales del Sud se realizó el 22 de diciembre de 1997.

   El 19 de marzo de 1999 se inauguraron el predio y la balanza, en el marco de los festejos del día de la agremiación rural.

—Oscar María Inchausti fue presidente de la AGA entre 1999 y 2000.

   Con la colaboración de la Policía y la municipalidad de Bahía Blanca, la AGA designó a un médico veterinario para inspeccionar las carnicerías. La idea era localizar a las que vendían carne de procedencia ilegal. Al dificultar los puntos de venta para el producto robado, esto permitió bajar el nivel de cuatrerismo en la zona.

   Se continuó trabajando con la posibilidad de instalar una playa de camiones en el predio de Bordeu, ya que la circulación y el estacionamiento de los transportes de granos era un tema preocupante.

—El presidente de la AGA entre los años 2000 a 2002 fue Adrián Achinelly, quien había comenzado a trabajar en la entidad en 1991 como miembro de la comisión revisora de cuentas.

   La gestión se dio en uno de los períodos más complejos para el país. El fin de la convertibilidad, la devaluación de la moneda, la caída de los depósitos bancarios y de las reservas, el control de cambios y el corralito provocaron conflictos con los ahorristas y cesaciones de pago.

   Se realizaron varias jornadas para productores. En 2001 la denominación fue La ganadería que viene y, en 2002, La segunda jornada regional de ganadería.

   La AGA estuvo, una vez más, al lado de los sectores vulnerables de la sociedad en los momentos de crisis. Se donaron 300 litros mensuales de leche a la Escuela Nº 28 de Villa Bordeu y se concretó una campaña de ayuda a necesitados, especialmente comedores escolares y comunitarios.

—Luis Eizaguirre fue el titular de la AGA desde 2002 a 2006.

   Con experiencia familiar en la industria fideera, Eizaguirre participó en la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y en distintas organizaciones gremiales hasta llegar a la AGA. También fue durante muchos años delegado de nuestra entidad ante Carbap, un cargo que ocupa hasta la actualidad.

   Fue uno de los dirigentes más interesados en lograr comunicar, hacia la sociedad, lo que realiza el campo tranqueras adentro.

   Así entonces, en 2001 comenzó a publicarse, bajo el impulso también del dirigente Luis Alvarez, la revista de la Asociación de Ganaderos. Tenía carácter mensual, con artículos especializados y de distribución gratuita. El número de ejemplares siempre fue creciendo.

   Se realizaron gestiones para solventar los gastos de la patrulla rural, de fundamental importancia frente al grave problema de abigeato que había en la zona.

   La Departamental de Investigaciones bahiense cedió dos camionetas; la patrulla estaba a cargo del médico veterinario Santiago Alvarez y de un oficial, pero no de la comisaría. La acción mancomunada entre productores, policía y municipio hizo que el sistema funcionara.

—Jorge Mario Grimberg llegó a la presidencia de la AGA en 2006; y allí permaneció hasta 2010.

   Trabajó en el contexto de la lucha contra la aftosa, en la que tuvo un papel destacado, pero estuvo en una etapa bisagra para el campo respecto de la relación con el gobierno a cargo de Cristina Fernández. El hecho quedó patentizado a partir de la resolución 125 de marzo de 2008.

   La AGA organizó y participó de numerosos piquetes cortando —parcialmente— la ruta nacional 33, en la intersección con Circunvalación.

   Con gran adhesión de la comunidad, la mayor convocatoria se realizó el 14 de mayo de 2008, cuando la AGA se adhirió a la convocatoria multitudinaria —participaron más de 5.000 personas— lanzada por la creada Mesa de Enlace y que llegó —con cientos de tractores— a la plaza Rivadavia de nuestra ciudad.

   Para solventar los gastos de la construcción del predio ferial, en ese mismo año se vendió la casa lindera de la AGA en Avda. Colón. Y el 3 de marzo de 2010 se hizo la presentación de las instalaciones de remate feria. El 30 de marzo, en tanto, se realizó el remate inaugural a cargo de la firma Lanusse, Santillán y Cía.

   En 2010 se decidió el padrinazgo de la Escuela Secundaria Nº 352 de Villa Bordeu, como una forma de integración a un medio afín, en razón de la participación de trabajadores relacionados a la actividad rural de esa zona.

—La presidencia de Luis A. Alvarez en la AGA sucedió desde 2010 a 2012, donde había llegado en 2002 como miembro de la comisión revisora de cuentas.

   De acuerdo con el libro de las escritoras Laurent y Gutiérrez, el médico veterinario aportó fuerza, mirada e ideas jóvenes a la institución, vinculando a las entidades privadas con todos los sectores gremiales.

   Fue una etapa de difusión de las actividades del campo, a través de la revista de la AGA, que resultó dos veces premiada por Carbap como la mejor del sector agropecuario. No sólo contenía artículos técnicos, sino gremiales, turísticos, recetas y hasta comentarios de libros.

   En 2012, durante la presidencia de Alvarez se impulsó la creación de un Ateneo Rural, con un nuevo estatuto y logo. Lo integraron jóvenes de la ciudad y de la zona, en su mayoría estudiantes universitarios e hijos de productores agropecuarios. La decisión, que permanece hasta hoy con gran suceso, es clave para la formación de futuros dirigentes.

—Enrique Fortunato fue el presidente de la AGA entre los años 2013 y 2017.

   En abril de 2016, en una reunión realizada en nuestra institución, Fortunato admitió que, si bien los casos de abigeato continuaban siendo uno de los principales flagelos en materia de inseguridad en los campos, desde la creación de la Unidad de Delitos Rurales, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 11, la justicia había logrado tener mejores resultados en cuanto a las investigaciones realizadas para esclarecer los distintos hechos.

   En marzo de 2017, comenzaron a llegar las boletas del Impuesto Inmobiliario Rural con un aumento de casi el 200 % para los productores del sudoeste bonaerense, una cifra que triplicaba los valores pagados durante el año 2016.

   “La capacidad contributiva del campo no es inagotable y la asfixiante presión fiscal desfinancia y, además, compromete nuestra capacidad productiva”, dijo entonces Fortunato.

—En 2017 asumió la presencia Daniel Gallego, quien venía integrando distintas comisiones directivas de la entidad desde 1996, cuando ingresó como vocal suplente.

   Es el actual titular de la entidad, aunque la comisión directiva le aprobó un período de licencia hasta septiembre del corriente año, en que se producirá el recambio de autoridades. Por tal motivo, el vicepresidente, Mariano D’Amore, está ocupando la presidencia para los actos formales.

   La gestión coincidió con el inicio de la pandemia por el COVID-19. La producción ganadera no detuvo su actividad y, en lo social, se tomó la decisión —otra vez— de apoyar a los sectores más vulnerables.

   “Arrancamos la campaña sin entender exactamente cómo era la situación, pero sí concientes de que teníamos que estar presentes en un momento delicado. Al final, se extendió mucho más de lo pensado, pero pudimos abarcar a casi todos los lugares donde se asiste en forma alimentaria a la ciudad”.

   Lo dijo Mariano Damore, vicepresidente de la AGA, por la convocatoria denominada Ayuda alimentaria para que todos podamos quedarnos en casa, lanzada desde nuestra entidad con el soporte logístico del área Social de la municipalidad local, se cubrieron todas las expectativas.

   “Pudimos recaudar 1,2 millones de pesos, lo que nos permitió comprar 6.300 kilos de carne picada. Entendemos que se pudo llegar a más de 6.000 familias en este lapso de seis meses”, sostuvo.

   La campaña se inició el 25 de marzo para atender necesidades de la cuarentena por la pandemia del Covid-19 y de esta manera atender a familias vulnerables de la comunidad bahiense.

Mariano Damore es vicepresidente de la AGA. 

   Así, la carne picada llegó a iglesias, comedores escolares, centros comunitarios y entidades deportivas, entre otras. En varios sitios fue retirada en bolsas (una por familia), pero en otros se utilizó para la cocción como pastel de papas, hamburguesas, empanadas y demás alternativas. Asimismo, se realizaron viandas con almuerzos y cenas preparadas.

   Otra etapa importante para la historia de la AGA fue comenzar una etapa de comunicación adecuada al vértigo de los tiempos que corren.

   En marzo de 2020 se relanzó la página web (www.agabahia.com.ar) , con contenidos periodísticos de elaboración propia y de páginas especializadas. Los temas no son sólo gremiales, sino que apuntan a una mayor diversidad de temas vinculados, de una manera u otra, al sector agropecuario.

   En noviembre de 2021 se lanzó otra propuesta y así Instagram (@agabbca) pasó a ser una de las tantas vías de comunicación adoptadas por la AGA para llegar no sólo al productor, sino especialmente al vecino de a pie.

   “¿El mensaje para el productor? El de siempre: Que, pese a todas las adversidades, siga apostando a producir en nuestra zona. Si bien también tenemos problemas climáticos en el sudoeste bonaerense, no hay que perder la esperanza de una buena cosecha”, concluyó Daniel Gallego.