De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), a través de un panel online con encuestas a la población de 18 años o más con acceso a internet, el 63 % de la población argentina tiene una imagen buena o excelente del campo.
El relevamiento se realizó en este mes de agosto sobre total de 1.100 casos, con una muestra representativa según cuotas de sexo, edad, zona geográfica y nivel socioeconómico de la población argentina.
El propósito del estudio es evaluar la imagen que tiene la sociedad del campo, particularmente en relación a la actividad desplegada por la cadena de ganados y carne vacuna.
La imagen positiva del campo, durante lo que va de la pandemia, tiene que ver, seguramente, con el hecho que se ha podido garantizar el funcionamiento de las distintas cadenas agroalimentarias y la sociedad no ha sufrido desabastecimiento de ninguna clase de productos.
Esta imagen positiva es manifestada desde todos los sectores de la población, no encontrando diferencias significativas cuando el análisis se desagrega según diferentes niveles socieconómicos.
El campo está siendo bien visto, independientemente de la situación económica de la gente; o si ha recibido ayuda o no por parte del gobierno; si ha tenido que endeudarse o no y si ha tenido que dejar de pagar impuestos o servicios o no.
Un tema que siempre preocupa, a aquellos vinculados a la producción agropecuaria, es el continuo ataque que sufre el sector ganadero, cuando la agenda mediática coloca en el centro de la escena comentarios o advertencias sobre el posible impacto de la producción desde el punto de vista ambiental.
Los resultados del panel online del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina demuestran que los argentinos asocian, en general, a la producción ganadera como una actividad sustentable.
En este sentido, 62 % de las respuestas vinculan a la producción ganadera con una actividad sustentable.
Sólo un 14 % piensa que no es sustentable y un 24 % de las personas encuestadas no tiene conocimiento del tema, o no se sienten en condiciones de dar su opinión.
En general, la asociación de la sustentabilidad de la ganadería con la posibilidad llevar adelante la actividad sin perjudicar el medioambiente, la sustentabilidad económica, así como aquella ligada al arraigo que promueve en el interior del país, suele provenir de aquellas personas que poseen una mejor imagen del campo.
En este marco, se advierten igual diferencias en la percepción del tema cuando el análisis se efectúa por segmentos de diferentes edades.
Así, mientras que un 18 % del segmento de los centennials (18 a 25 años) cree que la actividad ganadera no es sustentable, en la población de 50 años, o más, este porcentaje baja al 8 %.
Una consideración similar cabe según el nivel socioeoconómico.
Mientras en el nivel ABC1 un 25 % de la gente piensa que la producción ganadera no es sustentable, en el nivel socioeconómico más bajo sólo un 12 % están de acuerdo con esta aseveración.
Otro de los aspectos conflictivos que debe afrontar el sector cárnico, fundamentalmente impulsado por movimientos veganos, vegetarianos y flexitarianos es la recomendación de abandonar o disminuir el consumo de carne vacuna.
La encuesta revela aquí que 61 % de la población argentina no siente culpa cuando los animales se destinan a faena para dar origen a uno de sus alimentos preferidos.
Un 39 %, en cambio, menciona sentir culpa debido a la muerte de los animales.
De nuevo: quienes tienen una mejor imagen del campo suelen estar relacionadas con aquellas personas que no tienen sentimiento de culpa.
Cuando se le pide a la gente que comente —espontáneamente— con qué asocia el concepto de bienestar animal, existe un 34 % de las respuestas de la población que no conocen lo que es el bienestar animal o no puede explicar el concepto.
En una de las representaciones gráficas se aprecia las diferentes asociaciones que hace la gente y se incorpora la correspondiente nube de palabras obtenida sobre este tema.
“En general, el concepto de bienestar animal se asocia a evitar el maltrato y sufrimiento animal”, dijo Eugenia Brusca, asistente de Promoción Interna del IPCVA.
“Sin embargo, aquellas personas que no sienten culpa por la faena para la producción de carne suelen asociar más este concepto a una buena alimentación y salud de los animales durante la cría, cuando se comparan con aquellos que sienten culpa por la faena”, agregó.
Brusca sostuvo que, más allá de analizar las percepciones de la gente frente a estos temas, el estudio analiza, también, el comportamiento que presentan los argentinos con distintas conductas alimentarias en las conversaciones de las redes sociales.
Eugenia Brusca, asistente de Promoción Interna del IPCVA.
“En este sentido, si bien la cadena de carnes tiene en estos momentos una buena imagen y la ‘cultura carnívora de los argentos’, no está en riesgo por posibles cuestionamientos ambientales, éticos o morales ligados a la faena de animales para la producción de carne, también es cierto que aquellos que adhieren a las conductas alimentarias que abandonan o disminuyen el consumo de carne poseen, hoy, una mayor militancia y activismo en las redes sociales”, aseguró.
“Mientras por un lado la amplia mayoría carnívora que, en general, no siente culpa, suele expresar muy poco los aspectos positivos de sus experiencias consumiendo carne vacuna”, añadió.
“Por el contrario, aquellos que sienten culpa suelen expresar mucho más sus quejas o reclamos en las redes sociales”, dijo.
“Además, cuando tiene buenas experiencias al comer alimentos de origen vegetal las dan a conocer ampliamente en los entornos digitales”, sostuvo Brusca.
Por su parte, Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del IPCVA, comentó que el balance de lo que se ve, o se escucha en las redes, pareciera encaminarse de continuar con estas tendencias de comportamientos a un mayor cuestionamiento de la carne de aquellos que, hoy, están en contra de su consumo y una escasa defensa de la misma por parte de aquellos que están a favor de seguir disfrutando.
“Los mercados son conversaciones y la carne vacuna no va a quedarse callada”, aseveró.
“Como se ha demostrado en esta investigación, el sector cárnico está hoy en una buena posición de credibilidad que debe saber aprovechar en estos tiempos de Covid-19”, sostuvo.
“Sobre qué hablar y qué no hablar; cuándo; con qué tono; en qué temas tiene sentido involucrarse y en cuáles no; en qué momentos vale la pena defender una postura en un debate o polémica y en que situaciones no, no está escrito en ningún manual”, agregó.
Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del IPCVA.
Bifaretti afirmó que, a pesar de eso, el IPCVA ya ha tomado cartas en el asunto y, si bien esta historia digital de la carne recién empieza, el camino a recorrer es infinito.
“Además, el alimento preferido de los argentinos está instalado en Facebook, Twitter e Instagram y mirando al futuro con muchísimas emociones por compartir”, concluyó.
Autores: Adrián Bifaretti y Eugenia Brusca / Promoción Interna del IPCVA