El Cluster Alimentario mantuvo un encuentro con el economista Hernán Viola, quien está a cargo de la Consejería Agrícola en China desde hace cuatro años y se desempeñó allí como asistente técnico de los cuatro anteriores.
La Agregaduría Agrícola de China se encuentra presente en embajada argentina en ese país y depende de Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Además, nuestro país cuenta con este cargo técnico tan relevante para las exportaciones agroganaderas en Estados Unidos, Brasil, Bélgica (UE), India y Rusia.
El trabajo de Viola consiste, en primera medida, en negociar acceso a mercados y garantizar su mantenimiento una vez que se abren, en conjunto con el Ministerio de Agricultura, la Cancillería y el Senasa. A su vez, coordina las acciones de cooperación técnica entre las instituciones argentinas y sus contrapartes chinas y, finalmente, asiste en la promoción y difusión de información tendiente a orientar a exportadores argentinos en el cumplimiento de procesos y aprobaciones para poder exportar al gigante asiático.
“Es un mercado muy grande, con muchas oportunidades, especialmente en materia de alimentos, pero todo lo regulatorio se complejiza cada vez más, lo cual exige desarrollar y mantener un diálogo permanente con las autoridades locales”, sostuvo Viola.
“El sector agrícola es muy relevante. El fuerte crecimiento de la economía China de los últimos tiempos vino de la mano de una mejora del poder adquisitivo, una diversificación en las pautas de alimentación y un aumento de la demanda de proteína animal”, expresó.
Agregó, a su vez, que esto último genera también “demanda fuerte de alimento para esos animales”.
El invitado analizó los números del comercio bilateral durante los años 2018 y 2019, donde Argentina se ubicó como octavo proveedor a nivel mundial para China y segundo si se toma solo América Latina.
China importa de Argentina porotos de soja (para aceite y harina), productos de la pesca, madera, productos lácteos, carnes y frutas, entre muchos otros.
Todas las exportaciones se han incrementado en los últimos años. “Si bien la soja es el principal producto exportado a China, tanto la carne, los productos de la pesca, el tabaco, entre otros, crecieron considerablemente entre 2010 y 2019, lo que demuestra que se ha logrado diversificar mucho la matriz de exportaciones, y eso nos va permitiendo tener una mayor presencia en el mercado chino”, indicó el expositor.
Viola manifestó que hay indicios para pensar que esta demanda va a continuar incrementándose, visto que a pesar que el país ya no crece al 9-10 % como hace algunos años, lo sigue haciendo al 5-6 %, que es igualmente muy alto.
Agregó, además que se mantiene un aumento sostenido de desarrollo de las ciudades medias o chicas (de aproximadamente 10 millones de habitantes), que continúan recibiendo inmigración rural y tienen muchísimo por crecer aún.
A su vez, Viola explicó que “actualmente se mantienen activas negociaciones para permitir el acceso de frutos secos, frutas con carozo, genética bovina, trigo, arroz y menudencias aviares y vacunas”.
Hernán Viola, a cargo de la Consejería Agrícola en China.
Analizando el impacto de la pandemia del coronavirus, el invitado expresó que “actualmente la situación está controlada a nivel interno -continúan las restricciones y los controles de las fronteras- y si bien el efecto negativo fue muy fuerte a principio de año, con el avance de los meses se fue normalizando y ya no se observa ninguna baja en las importaciones, sino que éstas se retomaron y volvieron a la tendencia de crecimiento que venían manteniendo”.
Consultado acerca de los nuevos requisitos sanitarios vinculados a la pandemia en curso, el expositor comentó que a raíz de un rebrote del virus en Beijing a mitad de año, -que localmente se adjudicó a productos de la pesca que venían del exterior- el Gobierno Chino comenzó a exigir mayores controles a los productos importados.
Mientras sigue en curso la discusión a nivel científico respecto de la transmisión del virus a través de alimentos, sus packagings u otros objetos, China empezó a implementar la necesidad de contar con certificados “libres de Covid-19” a los establecimientos que le exportan.
“Frente a esta decisión, Argentina decidió tomar una actitud cooperativa e ir haciendo seguimiento de la salubridad de los establecimientos y sus trabajadores, mostrando protocolos, garantizando la salud de los trabajadores en las plantas y por ende la inocuidad de los productos que ellos manipulan” indicó el invitado.
“Realizar seguimientos es una de las tareas más importantes del Senasa, para garantizar que no haya ningún tipo de contacto entre una persona infectada de Covid y los productos que se exportan”.
Finalmente, Viola se refirió al sorgo y cebada forrajera, indicando que existe una demanda “muy alta”, lo cual genera buenas oportunidades para exportadores, e indicó que hay coyunturalmente una oportunidad grande para la exportación de cebolla en otros países del sudeste asiático como Bangladesh, Indonesia y Vietnam a raíz de una reestructuración en la exportación de cebollas desde India, que abastecía estos mercados.
Fuente: Bolsa de Cereales de Bahía Blanca