“Una vez más, ante una situación de crisis, aparecen y se imponen las fuerzas de baja lucidez frente a las fuerzas creativas. Volvemos empecinadamente a caminar por el mismo sendero de errores que concluyeron en una de las más improductivas lucha que tuvo nuestro país. ¿Dónde están las nuevas ideas?
“Las declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre eventuales aumentos en las retenciones de los productos agropecuarios, simulando resolver un problema en el precio de los alimentos, principalmente ocasionado por el enorme déficit fiscal y la incapacidad para controlar la inflación, vuelve a colocar a los productores agropecuarios como los enemigos necesarios para una lucha que revitalice una épica electoral anacrónica y perimida.
“Pareciera que, en año electoral, las acciones de gobierno deben estar sólo enmarcadas en la gesta electoral, en busca de épica y financiamiento extra.Volvemos a las recetas fracasadas de hace 13 años atrás.
El resto de los países avanzan y evolucionan, y nosotros en nuestro país seguimos estancados e involucionando.
“Acaso no le quedó claro al actual presidente Alberto Fernandez, y entonces jefe de Gabinete en la crisis de 2008, que los productores no tienen capacidad real de influir en el precio final que pagan los consumidores por los alimentos.
“Los productores no son formadores de precio, son tomadores de precios los miles de productores dispersos por el país ¿cómo podrían incidir en el primer eslabón de una cadena y determinar el precio que paga el consumidor cuando ni siquiera puede incidir en el propio precio al que vende su producción?
“Sólo el Estado puede influir en los porcentajes de los impuestos nacionales y provinciales, o en las utilidades que reciben otros eslabones de la cadena acrecentando el precio de los alimentos.
“Señor Presidente, usted debiera saber que la incidencia de los productores en el precio de los alimentos no supera el 20 % , siendo el otro 80 % originado en variables macroeconómicas que su administración debiera controlar. Por eso, nunca habrá diálogo fructífero cuando se está cerrado a escuchar”.