Tras la reunión con los representantes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CRA, Coninagro, FAA y SRA), el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), Aapresid y CREA, junto al titular saliente de la SAGPyA, Juan José Bahillo y su equipo de negociaciones internacionales, fijaron posición uniforme sobre la agenda de la COP28, que tiene lugar hasta el venidero martes 12 del corriente mes en Dubái.
Los participantes concluyeron que es indispensable que en la COP 28 se aborde centralmente el tema comercio internacional y, en particular, cómo las medidas comerciales que adoptan ciertos países afectan a la seguridad alimentaria evitando que distintos abordajes ambientales impuestos sin base científica y de forma compulsiva y unilateral, sean usados como mecanismos para generar restricciones al comercio que afectan los ingresos de nuestro país, destruyen empleo y aumentan la pobreza.
Resulta imprescindible, en el marco de la transición productiva y transición energética requerida para los escenarios de carbono neutralidad, solicitar se revisen y adopten reducciones sustanciales presupuestarias de las políticas de subsidios agrícolas, que se eviten restricciones al comercio internacional de productos agroindustriales y de bioenergía justificadas por supuestas razones ambientales.
Por último y destacando nuevamente la importancia de que, por tercera vez consecutiva, la interacción público-privada llevó adelante la elaboración de la posición para favorecer el desarrollo nacional, presentando la declaración conjunta público–privada para la COP28 de Dubái, partiendo de estas premisas que sin decisión no hay ambición climática; que los sectores agroalimentarios somos parte de la solución al flagelo que nos interpela como sociedad global y que sin el financiamiento prometido por los países desarrollados no se cumplirá con las metas. Más ampliadas, son las siguientes:
—Nuestros modelos productivos son parte de la solución a los grandes desafíos globales, como la seguridad alimentaria y el cambio climático. Proveen servicios ecosistémicos y permiten producir más alimentos con bajo impacto en el ambiente, por lo cual deben ser reconocidos y retribuidos como una herramienta para el cuidado ambiental. Estas acciones requieren recursos sostenidos, genuinos y en cantidades necesarias para tal fin.
—Destacamos que nuestra ganadería es altamente segura en términos sanitarios, eficiente en materia de bienestar animal y una importante fuente de proteínas. Los sistemas productivos de naturaleza extensiva pastoril contribuyen a la captura y secuestro de carbono, organizados con criterio regenerativo contribuyen a incrementar la diversidad y salud del suelo, aumentar la capacidad de retener agua secuestrando carbono, conservando bosques y pastizales, acuíferos, humedales y sus ecosistemas.
—Entendemos a la biotecnología como un aporte clave al servicio de la producción agrícola y la seguridad alimentaria. La creciente demanda global para producir de manera sustentable y con una menor huella ambiental, requieren respuestas centradas en la aplicación de innovación tecnológica y la gestión del conocimiento en red, contemplando a los diferentes actores de las cadenas productivas.
—La bioeconomía circular es la estrategia colectiva a impulsar, con impacto directo en la generación de empleo y en el desarrollo territorial y de las personas. El desarrollo de acciones orientadas a la adaptación y mitigación del cambio climático requiere de la articulación público-privada y de recursos sostenidos, genuinos y acordes a los desafíos. Asimismo, requiere del cumplimiento de los compromisos adoptados por los países desarrollados en materia de apoyo y financiamiento.
—El sistema multilateral de comercio tiene un rol fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible de las naciones. Para cumplirlo debe ser transparente, abierto, previsible, basado en reglas, libre de distorsiones y restricciones, con el fin de promover la competencia justa y equitativa. En tal sentido, instamos a todos los países a revisar las medidas y barreras al comercio impuestas de manera unilateral que atenten contra estos objetivos.
—Los desafíos en términos de seguridad alimentaria y nutricional y de cambio climático requieren soluciones globales que contemplen responsabilidades comunes pero diferenciadas, teniendo en consideración las distintas realidades nacionales en términos productivos, poblacionales y de consumo. En tal sentido, las implementaciones de soluciones sostenibles deben propiciar y no limitar el desarrollo y agregado de valor en los sistemas productivos de los países productores de alimentos.
—Invitamos a todos los actores internacionales a dar un debate abierto basado en ciencia, en el marco de los organismos internacionales competentes, para analizar en profundidad el impacto de medidas comerciales, productivas y ambientales en materia de sostenibilidad y seguridad alimentaria, contemplando las diferencias históricas y estructurales de los sistemas productivos de las diferentes regiones.
—También a terminar con las dilaciones en la reglamentación e implementación del Artículo 6 del Acuerdo de París. Estas demoras son una pérdida de tiempo fundamental. El desarrollo de mecanismos de compensación, por medio de mercados de carbono tanto por la captura como remoción de carbono, brindan una solución concreta que no puede seguir pendiente de especulaciones políticas. Es necesario el financiamiento para la implementación de manera urgente.
—Invitamos a todos los Miembros de la OMC a retomar con firmeza y compromiso político el proceso de reforma de la agricultura, conforme lo manda el artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura, con el pilar de Ayuda Interna como eje central del debate. En tal sentido, solicitamos modalidades concretas y ambiciosas que impliquen pasos sustantivos en la eliminación de toda forma de subsidio distorsivo en un plazo breve, como una verdadera y genuina señal de que la comunidad internacional quiere discutir y enfrentar la problemática ambiental global centrándose en ciencia, en recursos, acceso, la construcción y distribución de los medios globales necesarios y una efectiva forma de asignación para tal fin.
Fuente: Consejo Agroindustrial Argentino (CAA)