La rotura de silobolsas en distintas zonas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires y el interior de Argentina prendieron las alertas sobre el crecimiento de la inseguridad rural. Los actos vandálicos se multiplicaron en los últimos días y con ellos las denuncias de los productores, preocupados ante la amenaza de perder las cosechas o, incluso, sus herramientas de trabajo.
El pasado miércoles 1 se conoció uno de los últimos casos en el partido de Adolfo Gonzales Chaves, al sur de la provincia de Buenos Aires, donde un silobolsa con 50 toneladas de cebada apareció tajeado por los costados en el campo de Martín Prieto. “Por suerte se pudo recuperar gran parte del cereal”, contó el productor con una mezcla de bronca y alivio a Infobae tras radicar la denuncia.
Horas más tarde, según confirmaron fuentes judiciales a este medio, fueron identificados y aprehendidos cuatro atacantes: tres adultos de entre 21 y 30 y un adolescente de 14 años, que fue llevado con sus padres.
La Policía Científica examinó al lugar y determinó que los cortes se habían hecho con un elemento sin filo con el único objeto de desgarrar el material. Los responsables del ataque, además, dejaron huellas de pisadas sobre el silo, no robaron nada del cereal y se dieron a la fuga tras el ataque, según confirmaron fuentes policiales.
Vecinos del campo aseguraron haber visto a un grupo de jóvenes con perros en campos cercanos al de Prieto y el ayudante fiscal Juan Carlos Ustarroz dispuso el análisis de las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo Municipal para dar con los sospechosos.
Así quedó el silobolsa del productor Martín Prieto, en Gonzales Chaves.
Horas más tarde, tras una serie de allanamientos, los efectivos dieron con los responsables. También fueron secuestrados sus celulares, prendas de vestir y calzado que, presuntamente, llevaban al momento del hecho.
Los otros tres acusados, sin embargo, que registran antecedentes por delitos rurales, fueron imputados por el delito de “daños” y puestos en libertad.
“Es un delito que no tiene agravantes como el hurto, de muy poca pena y no es detenible”, explicó una fuente cercana a la causa a este medio. “Por eso una vez que se identifica su domicilio y se constata que efectivamente viven allí, recuperan la libertad. Eso no significa que no estén todavía relacionados a la causa o que no reciban una pena, sobre todo si tienen antecedentes. Pero deberá decidirlo el juez”.
Si bien los sospechosos deberán declarar como imputados en los próximos días en la causa que lleva adelante el fiscal Gabriel Lopazzo, titular de la UFI Nº 16 de Tres Arroyos, uno de los aprehendidos reconoció el hecho al momento de su detención.
Fuente: Infobae y LU24.com.ar